¡Celebramos 150 Años de Historia, Fe y Educación al Servicio de la Comunidad!

Este año 2025, el Instituto San Cayetano se complace en celebrar un hito extraordinario: 150 años de ininterrumpida labor educativa y pastoral. Desde nuestra fundación en 1875, hemos sido un pilar fundamental en la Ciudad de Buenos Aires, con una historia profundamente entrelazada con el origen y el propio nombre de nuestro querido barrio de Liniers.


Nuestra escuela, la más antigua de la zona, fue pionera en el desarrollo local. Inicialmente conocida como el "Apeadero de las Monjas", fueron las hermanas de la Congregación Hijas del Divino Salvador quienes propusieron el nombre de Liniers, en homenaje al virrey Santiago de Liniers, extendiéndose este a la estación y al barrio. 


Desde aquellos humildes comienzos como escuela rural, hemos evolucionado hasta convertirnos en una institución educativa integral con cuatro niveles de enseñanza, adaptándonos y creciendo con la ciudad, atrayendo a una gran cantidad de alumnado ya en 1949 y celebrando nuestro centenario en la década de los 70.


Nuestra profunda identidad católica se remonta a nuestra fundadora, la Santa María Antonia de San José, cariñosamente conocida como Mama Antula. Ella impulsó el Carisma Ignaciano a través de la práctica de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Fue la gran devoción de Mama Antula por San Cayetano de Thiene la que inspiró la advocación de nuestra primitiva capilla y escuela, y su imagen, que le perteneció a ella, aún se venera en nuestro colegio como la primera del barrio.


Con el lema de Mama Antula, “Todo para mayor gloria de Dios y el bien de las almas”, concebimos nuestra misión educativa. Como colegio católico con fuertes raíces jesuíticas, buscamos la excelencia académica y humana en un ambiente familiar y fraterno, donde cada persona se sienta valiosa y se promueva la dignidad humana. Nuestra misión es lograr una formación integral de la persona, desarrollando todas sus potencialidades físicas, psicológicas, socioculturales y trascendentes.


Estamos comprometidos a:

Crecer en espíritu de Amor, promoviendo a los más pobres y reconociendo en ellos el rostro de Cristo, siguiendo el espíritu evangelizador de María Antonia.

• Construir una comunidad de vida cristiana, fomentando un encuentro cotidiano con Cristo a través de la Palabra, la oración y una sincera comunión fraterna.

• Orientar nuestra labor pedagógica y pastoral para formar mujeres y hombres libres, solidarios y responsables, capaces de elaborar su propio proyecto de vida con base en los valores evangélicos y la espiritualidad ignaciana, preparándolos para ser "hombres y mujeres para los demás".

• Continuar la visión de Mama Antula: "transitar por donde Dios no es conocido, para hacerlo conocer", fortaleciendo la identidad religiosa y misionera de nuestra comunidad educativa mediante el diálogo entre la fe y la cultura.

Los invitamos a ser parte de esta conmemoración especial, reflexionando sobre nuestro pasado con gratitud, viviendo el presente con pasión y abrazando el futuro con esperanza.